El Gobierno de España prevé acabar las obras de drenaje de la carrera TO-23 (N-400), la que une el núcleo urbano de Toledo con el barrio del Polígono, a finales del mes de marzo o principios de abril de 2022.
El delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, ha visitado este jueves las obras, donde ha destacado que son “fundamentales” y que persiguen el objetivo principal de “adelantarnos a efectos de otras posibles incidencias meteorológicas y que sea cada vez más una vía más segura”.
Tierraseca, que ha visitado estas obras acompañado por la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha señalado que la finalidad era ver “sobre el terreno” el resultado de la actuación que se inició en noviembre de manera urgente a raíz de las consecuencias de las lluvias torrenciales de principios de septiembre y de las inundaciones que se produjeron en esta vía.
Con un presupuesto de 1,8 millones de euros, las obras tienen el objetivo de garantizar la evacuación del agua de lluvia y prevenir, con ello, la creación de posibles avenidas en esa zona, como ocurrió en la pasada DANA.
Las obras
Según Tierraseca, “todo se ha hecho en absoluta coordinación con el Ayuntamiento”, porque la actuación tenía prevista una afectación de superficie municipal y una posible afectación de servicios municipales como el de agua potable.
Las obras consisten en el ensanchamiento y dotar de mayor capacidad de las cuneta; por otro lado, en el fortalecimiento de la estructura del vial a través de un muro de contención así como también en la reconstrucción del firme en ambas calzadas y en la mejora de la señalización y el balizamiento de ambos carriles.
Todo ello para garantizar la evacuación del agua de lluvia desde la zona alta (antes del centro comercial) hacia el río, en la otra parte de la carretera, aprovechando, además, el buen sistema de drenaje con el que ya cuenta la vía de ferrocarril.
Así, la intención es acometer varios pasos, mediante estructuras de hormigón prefabricadas, por debajo de la carretera TO-23, y que el agua pase por ella y conecte con los sistemas de drenaje y derivación de la vía del ferrocarril y evacuen finalmente hacia el río.
Además, el proyecto contempla también la demolición del murete central de la carretera y su sustitución por una barrera, como las laterales de esa vía, para que no haga de dique de contención al agua.
Esta primera fase de los trabajos no afecta al tráfico de la carretera, si bien sí afectará en la segunda, cuyo inicio está previsto para finales de enero, aunque se realizará por calzadas y se habilitará el paso alternativo por la calzada que no esté en obras, además de que se aprovecharán los fines de semana para que la incidencia sea la menor posible.
Por su parte, la alcaldesa de Toledo ha subrayado que esta obra es “necesaria” y ha agradecido la “sensibilidad” del Gobierno de España por acometerla de manera tan urgente, ha informado el Ayuntamiento de la ciudad en un comunicado.
Tolón ha recordado que por esta vía discurren a diario más de 56.000 vehículos, de los cuales el 5,57 por ciento son pesados, y que es la única conexión entre el barrio del Polígono con el resto de la ciudad, por lo que ha incidido en el “ejemplo de colaboración entre las distintas administraciones” que ha derivado en este arreglo necesario.