El comité de empresa de Bienestar Social en Toledo ha denunciado este jueves la falta de personal en la residencia pública ‘Quijote y Sancho’, de Torrijos, que está haciendo que los residentes estén recibiendo una atención inadecuada, que no corresponde a la de un centro de la Junta de Comunidades.
En una rueda de prensa, representantes de los sindicatos que conforman el comité de empresa (UGT, CCOO, CSIF y STAS) han explicado que el problema de la falta de personal que viene afectando a la residencia desde hace muchos años, se ha agravado con la decisión de la Delegación de Bienestar Social de Toledo de reducir el número de efectivos por turno de los auxiliares de enfermería del centro.
Esta reducción se ha producido después de que el pasado 14 de enero el comité de empresa registrase una denuncia ante la Inspección de Trabajo por incumplimiento del convenio colectivo porque hay un elevado número de descansos no disfrutados por el personal, que llegan hasta los 40 días que se deben a algún trabajador, y por incumplimiento de la negociación de los calendarios laborales para 2022.
Tras tener conocimiento de la denuncia, la Delegación de Bienestar Social obligó a la directora de la residencia a reducir a reducir el número de efectivos por turno que había antes de la pandemia de covid-19, a sabiendas de que se ha demostrado que la plantilla actual es insuficiente para dar la calidad asistencial de una residencia pública de mayores en Castilla-La Mancha, ha asegurado la presidenta del comité de empresa, María José Bedoya.
Esta reducción limita el tiempo de atención a los mayores a 6 minutos por residente, que según el comité de empresa es totalmente insuficiente para atenderlos, ya que estiman que el tiempo necesario para hacerlo correctamente es de un mínimo de 15 minutos por persona.
“Perversa encrucijada”
En este sentido, Bedoya ha aseverado que han llevado a los trabajadores de la residencia a una “perversa encrucijada”, ya que se están viendo obligados a elegir entre atender bien a los residentes para cumplir los tiempos establecidos, y puedan llegar a tiempo al desayuno, por ejemplo, o hacerlo de forma precipitada y sin las condiciones que se requieren en una residencia pública.
Además, la presidenta del comité de empresa ha advertido de que “estamos cansados de que se nos responsabilice de esta situación”, de la que no solo no son responsables sino que también la están sufriendo porque el hecho de que no se estén cumpliendo las normas laborales está repercutiendo en la salud de los trabajadores y por extensión en la atención que se presta a los residentes.
Según el comité de empresa esta situación no es nueva, sino que se viene arrastrando desde hace más de 12 años, aunque con la pandemia de coronavirus ha empeorado y es “cada vez más insostenible”.
Para solucionarla se requería aumentar la plantilla de auxiliares de enfermería, que ahora es de 34 personas, y contratar a otros seis trabajadores para poder garantizar que se cumplen las normas laborales y que se preste una atención acorde a una residencia pública de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Así se lo ha trasladado el comité de empresa en numerosas ocasiones a la Delegación de Bienestar Social de Toledo y a la propia Consejería, sin que hasta ahora se les haya hecho caso, ha asegurado Bedoya, que ha avanzado que con independencia de lo que decida la Inspección de Trabajo, van a llevar a cabo movilizaciones para que la situación mejore y puedan atender adecuadamente a los residentes.