sábado, 24 febrero 2024
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Comienza la recuperación de la joya de la arquitectura visigoda de Sonseca

La iglesia de San Pedro de la Mata es, junto a Santa María de Melque, uno de los monumentos más importantes de la provincia

Ya está en marcha la recuperación de la iglesia visigoda de San Pedro de la Mata, construida en la segunda mitad del siglo VII y situada en la pedanía de Casalgordo, dentro del término municipal de Sonseca.

Una joya de la arquitectura visigoda que, junto a Santa María de Melque, es el exponente monumental histórico más importante de esa época en la provincia de Toledo.

Pocos templos visigodos han llegado hasta nuestros días y los de Sonseca y San Martín de Montalbán integran esa exclusiva lista donde aparecen Santa Comba de Bande (Ourense), San Pedro de la Nave (Zamora), Quintanilla de las Viñas (Burgos), San Juan de Baños (Palencia) o Santa Lucía del Trampal (Cáceres).

La iglesia visigoda de San Pedro de la Mata, considerado uno de los monumentos claves en la historia y arqueología Tardoantiguedad y el Altomedievo de la Península, se encuentra en la Lista Roja del Patrimonio -olvidado o abandonado- desde mayo de 2014.

En el año 2017 ya se desarrolló un proyecto de investigación dirigido por María Ángeles Utrero, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Convenio Ayuntamiento de Sonseca y la Escuela de Arquitectura de la UCLM

Pero es ahora cuando se va a proceder a recuperar el templo, a través de una iniciativa en la que trabajarán conjuntamente el Ayuntamiento de Sonseca y la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

El alcalde de Sonseca, Sergio Mora, y el director de la Escuela de Arquitectura, Juan Mera, han firmado este miércoles en la Real Fundación de Toledo el acuerdo de colaboración.

Se trata de un proyecto que reparará los daños que el inmueble ha sufrido durante décadas y que aspira a ilustrar a la sociedad sobre una época “oscura” y “malinterpretada” de la historia de España.

En una rueda de prensa previa a la firma, el director de la Escuela de Arquitectura ha detallado los trabajos que realizarán en los próximos meses los alumnos de la entidad, que consistirán en el estudio científico de los daños para elaborar una propuesta de reparación que presentarán al Consistorio.

“Vamos a dibujar y dibujando vamos a descubrir cosas. Lo que descubramos, vamos a transmitírselo a la sociedad. Vamos a poner en su sitio el patrimonio de Sonseca, que tiene uno de los edificios más importantes de la arquitectura española”, ha asegurado Mera en alusión al pasado visigodo, una etapa “algo oscura” de la historia del país que también ha sido “maltratada y malinterpretada”.

Sobre esto, el presidente de la Junta de Protectores de la Fundación de Toledo, Jesús Carrobles, ha añadido que la investigación de la época visigoda “no es fácil”, ya que es una etapa considerada como un intermedio de “escaso valor” entre el imperio romano y el andalusí que históricamente se ha visto como un “bache”.

“Lo que hay que ver es que no todos los elementos tienen que destacar por el lado monumental. También está el lado histórico, que tiene tanto valor como el aparente y que forma parte de nuestro ADN”, ha señalado Carrobles, a la vez que ha recordado que la capital de Toledo no conserva ningún elemento que muestre la huella visigoda, por lo que es un patrimonio “poco valorado”.

Rehabilitación de la iglesia

El presupuesto de la rehabilitación nacerá de los estudios realizados y, más adelante, se hará una propuesta para arreglar los daños del edificio que será valorada por el Ayuntamiento pero, en cualquier caso, el director de la Escuela de Arquitectura ha avanzado que se centrará en actuaciones de “pequeño coste y gran repercusión”.

Por su parte, el alcalde de Sonseca, Sergio Mora, ha puesto en valor el reconocimiento a un monumento histórico cuya conservación “no ha sido la debida”, ha lamentado, una situación que se ha propuesto subsanar “a la mayor brevedad posible” para que San Pedro de la Mata sea conocida más allá del ámbito académico a través de los futuros profesionales de la arquitectura.

“La recuperación hay que hacerla desde la base científica y, para eso, necesitamos la combinación de instituciones. La recuperación física del bien tiene que estar soportado en la investigación y el conocimiento académico”, ha agregado.

Un poco de historia

Por sus características estructurales, la iglesia de San Pedro de la Mata se incluye en el grupo de las iglesias cruciformes visigodas del siglo VII, señala en el dossier de la Lista Roja del Patrimonio.

Según consta en la referencia más antigua que de ella se conoce, una descripción del siglo XVII, fue construida en época del rey Wamba (672-681), lo que es perfectamente aceptable dado el ánimo constructor de este monarca.

Por lo que se observa entre los muros que están a la vista, la capilla mayor se realizó en época medieval. y las excavaciones han detectado la existencia de una cabecera triple con espacio intermedio, similar a la original de San Juan de Baños o Santa Lucía del Trampal.

Solo quedan en pie partes de los muros y algunos arcos. Además, gran parte de estos restos son reconstrucciones no originales, lo que dificulta todavía más su estudio. Probablemente la planta en su diseño original, era de cruz griega.

Las excavaciones detectaron la existencia de una cabecera triple con espacio intermedio, y en los extremos de la nave se colocaron un pórtico, con entradas laterales, y un ábside, manteniendo así la simetría respecto al crucero.

Sobre el crucero, se levantaba una linterna sobre cuatro arcos de herradura -solo queda en pie el situado al sur- apoyados en impostas, posiblemente decoradas a modo de capiteles.

Más tarde, se incorporaron dos estancias a los lados del ábside, de la misma longitud que este, formando así las tres estancias, un testero plano que ocupaba todo el ancho de la iglesia.

La planta actual muestra este ábside como rectangular, pero muy probablemente fuese de herradura, al modo de Santa María de Melque.

Posteriormente se añadió otra estancia, de posible factura mozárabe, con fabrica de sillarejo de peor factura.

Su fábrica es variada, algunos muros tienen buenos sillares, otros sillarejos y mampostería.

Las numerosas reformas y distintos usos que se le ha dado a la construcción, así como el expolio permanente que sufrió durante años, han provocado una anarquía generalizada del sistema constructivo que se ve en las ruinas: diferentes grosores, distintos dovelajes en los pocos arcos que quedan, vanos adintelados, cerramientos sin sentido…

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