El senador del Partido Popular José Julián Gregorio ha avanzado que el PP ha registrado una moción de apoyo al soterramiento del AVE a su paso por Talavera que se debatirá este miércoles en la Cámara Alta.
En la misma se solicita que se introduzca en el ‘Estudio Informativo del proyecto línea ferroviaria de alta velocidad Madrid-Extremadura. Tramo: Madrid-Oropesa’ una tercera alternativa del paso de la alta velocidad por Talavera “con el soterramiento como base constructiva para la integración del ferrocarril en la ciudad”.
Aplicar el protocolo de 2007
Básicamente la proposición popular pide, “que se aplique” el protocolo de actuación firmado por los titulares de las distintas administraciones (Ministerio de Fomento, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Adif y Ayuntamiento de Talavera de la Reina) en octubre de 2007, según el cual, la decisión adoptada para la integración del ferrocarril en Talavera “consistiría en el soterramiento de las vías de alta velocidad”.
Así, ha recordado que en el citado protocolo se establecieron los acuerdos necesarios para regular las relaciones recíprocas entre el Ministerio de Fomento, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Talavera de la Reina, para llevar a cabo la integración del ferrocarril en Talavera.
De la misma manera se recogía que la solución adoptada para la integración del ferrocarril en Talavera, “consistirá en el soterramiento del trazado en una longitud aproximada de 3.800 metros”.
En cuanto al estudio informativo y para el desarrollo de esta solución el Ministerio de Fomento “segregará el tramo urbano de Talavera afectado por el soterramiento de la aprobación del estudio informativo del proyecto del tramo Madrid-Oropesa de la línea de Alta Velocidad, una vez se formule la preceptiva declaración de impacto ambiental”.
También “redactará y financiará con cargo a sus presupuestos un nuevo estudio informativo para el tramo urbano, que será sometido a la tramitación establecida en la legislación vigente en la materia, en particular la ambiental y la propia del sector ferroviario”.
Por su parte el Ayuntamiento de Talavera redactará y tramitará las modificaciones de planeamiento urbanístico necesarias para el desarrollo y financiación de la actuación.
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha tramitará y aprobará las modificaciones del planeamiento urbanístico necesarias para la realización y financiación de la operación.
El estudio caducó y hubo que empezar desde cero
Por otro lado, José Julián Gregorio ha apuntado que en julio de 2010 se publicó en el Boletín Oficial del Estado la resolución sobre la evaluación del impacto ambiental del proyecto, que contempla en Talavera una longitud total de 5,66 kilómetros de trazado, “de los que 3,65 kilómetros serían soterrados, 1,26 kilómetros de rampas de acceso y el resto en superficie” y en junio de 2011 se adjudicó la redacción del proyecto constructivo.
Cabe recordar que con la llegada del PP de Mariano Rajoy a La Moncloa, en diciembre de 2011, el proyecto del AVE Madrid-Lisboa quedó paralizado, caducando ese estudio de impacto ambiental del proyecto referido.
No fue hasta julio de 2017 cuando el por entonces ministro de Fomento del PP -Iñigo de la Serna- anunció que se retomaba el proyecto del tramo del AVE de Talavera en una esperpéntica visita en la que habló mucho de la alta velocidad en Extremadura y muy poco de la de la provincia de Toledo, salvo para anunciar que el AVE desde Madrid a Lisboa no iría por su cauce histórico y lógico sino que haría un quiebro pasando por Toledo.
Ya en febrero de 2018 se retomó el proyecto de forma fehaciente, partiendo desde cero, con la adjudicación de la redacción de un nuevo Estudio Informativo que definiese nuevamente el trazado y que debería ver la luz, a lo sumo en febrero de 2020, aunque fue a principios de diciembre, nueve meses después de la fecha tope, cuando se hizo público.
Ahora ese estudio, que no contempla el soterramiento de las vías de la alta velocidad a su paso por Talavera de la Reina, se encuentra en fase de alegaciones, prorrogada, y generando ríos de tinta, como es habitual en la Ciudad de la Cerámica ante cualquier proyecto de envergadura.