El hasta ahora jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, Luis Francisco Rodríguez Martínez, ha recibido este viernes el fajín de general de Brigada del Cuerpo, para el que ha sido promovido en un Real Decreto del Ministerio de Defensa del pasado 2 de noviembre.
Rodríguez Martínez ha recibido el fajín, el sable y el bastón de mando que lo acreditan como general en una ceremonia que se ha desarrollado en el Museo del Ejército, situado en el Alcázar de Toledo, que ha presidido el delegado del Gobierno en la comunidad autónoma, Manuel González Ramos, y en la que ha oficiado como padrino el general jefe de la Zona 2 de la Guardia Civil de Castilla-La Mancha, Manuel Llamas Fernández.
El propio general Llamas ha sido el encargado de imponerle el fajín de general, mientras que el coronel Guillermo Redondo Maldonado le ha entregado el sable en representación de su promoción, y el teniente coronel José María Gil Armario, en ha entregado el bastón en nombre de los componentes de su unidad.
Tras recibir los distintivos de su nuevo empleo, Rodríguez Martínez ha hecho un repaso por su trayectoria profesional, en la que ha vivido en 16 cuarteles de la Guardia Civil, siguiendo los pasos de su padre, que fue capitán del Cuerpo y con el que coincidió como oficial en Alsasua (Navarra).
En este sentido, ha tenido un recuerdo para todos los guardias civiles con los que convivió en su niñez y juventud, “cuya vida y ejemplo hicieron nacer en mí una fuerte vocación y la firme determinación de convertirme en uno de ellos”.
Según el nuevo general “vivir en una casa que es cuartel, con unidad de sentimientos, donde se rinde culto al honor, al orgullo de pertenencia, al legado histórico, al servicio, pero también al compañerismo y a la amistad, genera un fuerte sentimiento de pertenencia” que ha marcado su vida y le ha acompañado siempre.
Ha recordado que salió como oficial de la 39 promoción de la Academia General de Zaragoza, desde donde fue a Alsasua, y que después, tras ser ascendido fue destinado a Barbastro (Huesca), hasta que en agosto de 1997, tras su ascenso a comandante, fue designado para mandar una unidad creada para la lucha contra el contrabando de tabaco en la frontera hispano-andorrana, la Unidad Fiscal Especial de Seo de Urgell (Lérida).
“Amargo momento”
Después volvió como comandante a la Comandancia de Huesca donde desarrolló todo su empleo hasta venir a la Comandancia de Toledo, donde el destino le tenía reservado un “amargo momento”, probablemente el más duro de su vida profesional, cuando el 20 de agosto de 2000 ETA asesinó en Sallent de Gállego al guardia civil natural de Talavera de la Reina, José Ángel de Jesús Encinas, y a la guardia civil Irene Fernández, que fue la primera agente del cuerpo asesinada por la banda terrorista.
El general Rodríguez ha recordado a los dos agentes, a sus familias y al resto de agentes que han sido asesinados por ETA.
Asimismo, ha valorado los diez años transcurridos en la Comandancia de Toledo, de la que se hizo cargo en 2008 con el empleo de teniente coronel, que le han permitido que él y su familia se hayan “empapado de una extraordinaria ciudad, referente especial en la historia de España”.
Por su parte, el general Llamas ha hecho referencia a que tanto él como Rodríguez Martínez, han sido testigos del “ilusionante proyecto de adaptación del Cuerpo a una sociedad que se modernizaba a pasos agigantados, pero que también se veía asediada por nuevas amenazas como el terrorismo, el crimen organizado, la droga y un largo etcétera”.
Así, la Benemérita ha evolucionado desde una estructura anquilosada, pensada para otro tiempo y otra sociedad, a partir de los principios y valores que inspiraron su fundación, hasta convertirla “en el Cuerpo moderno y dinámico que es hoy en día, absolutamente indentificado con el proyecto vital de la España nueva”, ha añadido LLamas.
A su vez, González Ramos ha dicho al nuevo general de que esté orgulloso de haber desarrollado toda su carrera profesional “en el marco democrático y constitucional” y ha afirmado: “Siempre tendremos, como sociedad, una deuda de gratitud hacia los hombres y mujeres que contribuyeron, arriesgando sus vidas y algunos perdiéndolas, al fortalecimiento de nuestra democracia”.
González Ramos ha afirmado que “en esta época algo convulsa, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son los garantes de todas las libertades y valores democráticos”.
El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha ha subrayado que “la seguridad es el pilar sobre el que se fundamental el resto de los derechos y libertades” y ha aseverado que “sin vosotros, sin vuestro trabajo, sería prácticamente posible haber desarrollado un marco de convivencia democrático como el que tenemos”.