El diestro Ángel Téllez, con tres orejas, salió a hombros al término de la corrida celebrada este domingo en la localidad toledana de Mora, en una tarde en la que sus paisanos Eugenio de Mora paseó un trofeo e Ignacio Olmos se fue de vacío.
Tiene mérito que una localidad pequeña como es la toledana Mora (9.781 habitantes censados en 2021) pueda decir que cuenta con tres matadores de toros de alternativa que actúen en un mismo festejo como ocurrió en esta ocasión.
Fue una lástima que la lustrosa corrida a lidiar, de Santa María, estuviera tan vacía de casta brava y desluciera una ocasión tan especial.
Lo más relevante de la tarde llevó la firma de Ángel Téllez, quien puso la raza que le faltó a los toros portugueses. No obstante cabe afirmar que su lote fue el menos malo, sobre todo el quinto, el tuerto en el reino de los ciegos.
Un diestro muy interesante
El joven torero moracho, uno de los más interesantes de la comunidad castellano manchega en la actualidad, clavó los talones e imprimió intensidad a sus faenas, la primera de ellas de más a menos.
El quinto ofreció algo más de acometividad que sus hermanos, es decir, a veces, tuvo media arrancada. Téllez anduvo de nuevo con la firmeza por bandera, optando por la vía del ceñimiento y la verdad, quedándose en las cercanías para que su oponente sintiera su presencia. Fue una lástima que marrara a espadas hasta en tres ocasiones. Aún así se le concedió una oreja, que suponía su tercer trofeo de la tarde.
Pocas opciones tuvieron Eugenio de Mora e Ignacio Olmos, quienes, además, pasaron malos ratos manejando los aceros, sobre todo el director de lidia en el cuarto, un ejemplar con una nube en el ojo izquierdo que arrollaba peligrosamente.
En este toro, de manera inexplicable -al menos para quien suscribe- Ignacio Olmos se metió al callejón cuando aún faltaba por materializarse el último par, negando el reglamentario -y necesario- auxilio al banderillero de Eugenio de Mora.
Ficha del festejo
Seis toros de Santa María, muy bien presentados pero descastados y flojos. Menos malo el quinto.
Eugenio de Mora, oreja y silencio tras aviso.
Ángel Téllez, dos orejas y oreja.
Ignacio Olmos, ovación y silencio tras aviso.
La plaza registró más de media entrada en los tendidos.