“No tenemos posibilidades económicas para poder comprarla. Por interés nos puede interesar pero hay otras cosas más importantes ahora en las que gastar ese dinero”.
Con estas palabras el alcalde de Talavera, Jaime Ramos, ponía hoy fin a las quejas, propuestas y especulaciones que se han sucedido en las últimas dos semanas desde que se conociera la oferta hecha por la actual propiedad del coso talaverano al consistorio. Un oferta cifrada en 3 millones de euros que ya desde el principio no se iba a asumir, puesto que los servicios técnicos municipales cifraron el valor de La Caprichosa entorno a 1,6 millones.
Ramos sabe en las próximas ferias de San Isidro podría volver a darse la situación ocurrida en las pasadas de San Mateo cuando los actuales gestores del ruedo declinaron organizar festejos por su inviabilidad económica, lo que llevó a una asonada popular que desembocó en la organización de una corrida en una plaza portátil que, a la postre, fue todo un éxito.
Por último, el alcalde ha asegurado que “con toros o sin toros intentaremos organizar una ferias de san Isidro lo más atractivas posibles”.