Un programa informático que determina la extensión de terreno susceptible de recibir ayudas o subvenciones europeas a través de la Política Agraria Común trae de cabeza a los ganaderos de la Sierra de San Vicente, en la comarca de Talavera, al ver reducidas las hectáreas bonificables, en algunos casos, en un 80 por ciento, .
El programa determina el Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (CAP), es decir, los terrenos que van a ser tenidos en cuenta a la hora de asignar la ayuda y de los mismos excluye los de masa arbórea, los arbustivos, los rocosos y las escarpas o superficies en pendiente, precisamente el terreno que abunda en la Sierra de San Vicente y que utilizan asiduamente los ganaderos para dar de comer a sus cabezas.
Para Elisa Fernández, secretaria general de UPA Toledo, “esto supone que algunos ganaderos han visto reducida su ayuda económica en 2015, pero en otros casos la reducción de superficie es tan grande que la penalización es del cien por cien y no solo no han cobrando la PAC del 2015, sino que pueden perder también la de 2016, con lo que ello supone”.
“El ganadero no tiene la culpa de que el terreno tenga esa morfología y en estos casos es injusta la reducción de superficie ya que los animales pastan en esas parcelas”, ha dicho la secretaria general de UPA Toledo, quien ya transmitió esta problemática en la reciente reunión mantenida en Campillo de La Jara en la que estuvieron presentes el consejero, el director general y el director provincial de Agricultura de la Junta de Comunidades.
